Tristán nos cuenta la historia de Arquímedes, un joven estudiante de arquitectura. El relato está plagado de sus aventuras cotidianas. Ellas nos llegan muy de cerca, nos hacen recordar las miles de anécdotas y vivencias que todos experimentamos como estudiantes. Esos años evocados, constituyen una franja de tiempo en nuestra vida que parece dilatarse y nunca terminar. El sentimiento generalizado es ambiguo, queremos terminar a toda marcha y por otro lado queremos ser estudiantes eternos.

Un fragmento de nuestra existencia caracterizado por múltiples esfuerzos y privaciones así como también por alegrías y fuertes emociones. Todo desde el camino del humor, que como sabemos es más difícil que otros senderos literarios.
La vida de Arquímedes, nuestro héroe, o tal vez antihéroe, no es fácil, es una sumatoria de andanzas de las más triviales hasta las más audaces.
En los fantásticos dibujos descubrimos ese mundo que es tan familiar para tantos futuros arquitectos pero tan insólito e irreverente para el resto.
Una institución poblada por personajes exóticos reales e imaginarios y múltiples situaciones: ascensores peligrosos, largas colas en la cafetería, los balconeos a las goteras del patio central, los grafiti en los baños, así como las lentas y tediosas inscripciones por Internet, las largas noches de entrega, cuando el cad se cuelga, las vacaciones de invierno inexistentes, las anécdotas del jury, la felicidad de un final aprobado, etc.
Tristán nos conducirá por ese incierto camino, más parecido a una carrera de obstáculos que, Arquímedes, como todo futuro arquitecto, debe sortear con esfuerzos y resignaciones para convertirse en hacedor del hábitat del hombre.
Arq. Horacio Sardín
Muy lindo tu Blog Trix!!!
ResponderEliminarpasate pro el mio alguna vez te manda saludos chechar!
Estamso esperando el libro.